“No abras la puerta o te lavan la cabeza: te quieren tonta, sumisa y devota”: gritan ex testigas de Jehová en el 8M
Mujeres afectadas por esta religión se reunieron para protestar por los abusos a sus derechos humanos
Mary Arroyo | Perspectiva M
Ciudad de México (Perspectiva M). – El pasado viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, colectivas y grupos feministas se dieron cita en el Monumento a la Revolución para protestar en contra de la violencia a la mujer, así como a favor de sus derechos sexuales y reproductivos, entre otras causas.
Sin embargo, al caminar entre los contingentes destacaba el de la colectiva de Mujeres Ex Testigas de Jehová, conformado por mujeres que fueron parte de esta práctica religiosa y que protestaban, según sus propias palabras:
“Por los abusos cometidos en nombre de la fe, en contra de la misoginia y el machismo presentes en todas las congregaciones y en contra de la violencia a los infantes, adolescentes y otros grupos vulnerables en los que se ejercen maltratos psicológicos, físicos y religiosos”.
Las mujeres de este grupo provenían de la Ciudad de México y de otros estados de la república como Michoacán y Guanajuato.
En sus miradas aún se escondía el temor a las represalias que pudieran sufrir por parte de familiares y amigos aún practicantes de esta religión, cuya postura es de ostracismo, es decir, de indicar a sus miembros que cesen todo contacto con una persona que esté en contra de sus posturas y creencias.
Algunas lloraban por los sentimientos encontrados ante las posibles consecuencias a este rebelde, pero liberador momento; en sus mentes aún llevaban el recuerdo de los días en que fueron parte de la religión.
“Tú no eres mi cabeza, mi cabeza la tengo yo”, “con falda o pantalón, lo decido yo”, “saquen sus doctrinas de nuestras vaginas”, “las sectas van a caer, van a caer”, “no abras la puerta o te lavan la cabeza: te quieren tonta, sumisa y devota”, fueron algunas de las consignas que entonaron.
Asimismo, realizaron un pase de lista de mujeres que fueron parte de los Testigos de Jehová y hoy ya no están más, tras ser asesinadas por feminicidas encubiertos que aún profesan esta religión, o bien que murieron abandonadas o fueron orilladas al suicidio debido al ostracismo y fobias religiosas.
Durante la jornada de lucha, otros grupos de mujeres y colectivas les dieron a las ex testigas de Jehová muestras de apoyo, comprensión e integración.
Al finalizar el recorrido de la marcha, la colectiva se hizo presente en un Salón del Reino de los Testigos de Jehová (un lugar de culto) para dejar pancartas con mensajes en contra del machismo, la misoginia y los abusos.
La participación de este contingente es una de las tantas muestras de que, actualmente, es más importante que nunca tener espacios para expresarnos sin miedo, en colectividad y en compañía comprensiva de otras mujeres.